lunes, 29 de marzo de 2010

ACTA 5ª CENA TRIMESTRAL

Asistentes: Carlos, Aitor, Diego, Juan, Keni, Iñigo L. e Iñigo B.




Fecha y lugar: Asador Martintxo, Cizur Menor.



Menú:

Espárragos de la frontera peruana con Navarra, al rico aceite con mayonesa.

Chorizo 70-30 y morcilla.

Pimientitos asados a la leña.

Chuletas, cochinillo y cordero a petición de los comensales.

Postres a petición de los comensales.

Vinos: Riojas Valpiedras 2006, Contino 2005.

Cafés y copas.



Precio: 60 eurazos. El cambio a Contino ayudó.



LA CRONI:



Animados por la invitación de Keny a tierras navarras, e impulsados por dos coches lanzadera conducidos por Carlos e Iñigo L., nos dirigimos a mediodía de sábado hasta las puertas de la nueva vivienda de la familia de Keny en Cizur Mayor. Tras visita a las dependencias de la nueva y bonita choza, se nos ofrece un vermú en el bar más próximo a 25 minutos andando ante la negativa a coger coche.



Tras este comienzo prometedor nos acercamos, previo paseo de otros 25 minutos al coche, al asador Martintxo. Nos habilitan en la parte baja del restaurante, todavía en la agonizante zona de fumadores para deleite de dos de los comensales, disponiéndonos en mesa corrida.



El número de navarros en las instalaciones es significativo pero la cuadri se mantiene firme y, a pesar de la insistencia del que ejerce de anfitrión, se rechaza el vino navarro y se exige con contundencia un Rioja, aunque sea un Valpiedras. Seguidamente, nos traen un Valpiedras, que pronto hace honor a su nombre al decantar delicados cantos de piedras rodantes. Rico en aroma y suave en matices, uno de los comensales refiere finas reminiscencias avainilladas, a lo que no se le hace ni puto caso. Comienza el debate y en esta ocasión es la temperatura del vino la que enciende una cálida discusión que se ve apagada cuando el sommelier apunta un dato científico: ni frío, ni calor, 15ºC.



Debido a la coyuntura económica, ya no se habla de la coyuntura económica. Se da un ligero recorrido a los habituales casos de corrupción, Keny invita a alguno a hacer deporte con la azada próximamente en Iratxe. Tras una interesante conversación sobre los hijos, la conciliación familiar y la educación, se llega a los postres bajo la atenta mirada de Aitor, que como padre a estrenarse intenta reflexionar y ponderar cada detalle de las diferentes exposiciones. También hubo lugar para recordar a los ausentes, especialmente a nuestro amigo Gonzalo en tierras haitianas.



La jornada se completa con una tarde en el bar de un hotel próximo, regado de cerveza e inundado por kilos y kilos de almendritas. Finalmente y tras saludar a Imma y al pequeño Keny, los coches lanzadera se esfuman para aparecer en el corazón de Donostia. Un bocata y una cañita que otra de más dan el punto final a una trime singular, terminando los conductores más frescos que los demás.



El relevo lo toman xxxx.

5 comentarios:

La Trime dijo...

Una crónica muy acorde con lo vivido. Quizá apuntar una frenada de la farra de 100 a 0 en 1 milisegundo, lo cual puede producir malestar e incluso infartos.

La Trime dijo...

Una crónica muy acorde con lo vivido. Quizá apuntar una frenada de la farra de 100 a 0 en 1 milisegundo, lo cual puede producir malestar e incluso infartos.

La Trime dijo...

Una crónica muy acorde con lo vivido. Quizá apuntar una frenada de la farra de 100 a 0 en 1 milisegundo, lo cual puede producir malestar e incluso infartos.

La Trime dijo...

Una crónica muy acorde con lo vivido. Quizá apuntar una frenada de la farra de 100 a 0 en 1 milisegundo, lo cual puede producir malestar e incluso infartos.

Anónimo dijo...

empieza a dar miedo las ganas y ansiedad que se demuestran al sentarnos en la mesa, porque gracias a que era vino, llega a ser vodka y lo engullimos al mismo ritmo. menuda ciclogénesis explosiva....